Los sombreros que se remontan a la época prehispánica son elaborados en caña flecha, fibra que extraen de una palmera que encuentra en Tuchín Córdoba. Las hojas se secan, se les extrae la vena y se cortan en tiras uniformes, luego se cepillan y se obtiene la fibra de caña flecha. Su color natural es beige y a través de tintillas naturales, como lodo negro, otras extraídas de la jagua, dividivi y cáscara de plátano, se tinturan para obtener tiras negras. Tiras en beige y negro se trenzan para formar el sombrero. Sus figuras geométricas; triángulos, rombos, círculos, rectángulos y cuadrados simbolizan elementos de la cultura indígena.

La calidad del sombrero depende de la calidad de la fibra y el número de pares de tiras que se trencen, que puede ser ir de 11 a 27, el más fino flexible y suave al tacto.

Aunque originalmente era utilizado por las comunidades Zenú para protegerse del sol, el sombrero se utiliza ahora en todo Colombia y también se exporta. Este sombrero lo han lucido el Papa Juan Pablo II,  Bill Clinton, y el príncipe Carlos de Inglaterra entre otros famosos.